El hallazgo desafía la creencia convencional de que los bebés aprenden a
hablar solo escuchando a las personas que les rodean, según
investigadores de la Universidad del Atlántico de Florida. También
dijeron que su descubrimiento podría sugerir nuevas formas de
diagnosticar los trastornos del espectro autista.
Se mostró a
bebés de 4, 6, 8, 10 y 12 meses videos de mujeres que hablaban, y los
investigadores grabaron cuánto tiempo pasaban los bebés observando los
ojos y las bocas de las mujeres.
Los hallazgos aparecen en la edición de esta semana de Proceedings of the National Academy of Sciences.
"Nuestra
investigación halló que los bebés cambian el enfoque de la atención a
la boca de la persona que les habla cuando entren en la etapa del
balbuceo, y siguen enfocándose en la boca durante varios meses después
hasta que dominan las formas básicas del habla de su idioma natal",
aseguró en un comunicado de prensa de la universidad David Lewkowicz,
profesor de psicología y un experto internacionalmente conocido sobre el
desarrollo perceptual infantil.
"En otras palabras, los bebés se
vuelven lectores de labios cuando comienzan a producir sus primeros
sonidos parecidos al habla", añadió.
Sin embargo, una vez un bebé
típico comienza a desarrollar habilidades de lenguaje, cambia su
enfoque principal a los ojos del interlocutor, lo que demuestra la
necesidad de reunir pistas socialmente relevantes a medida que siguen
adquiriendo capacidades de comunicación más sofisticadas.
Además
de proveer nuevos conocimientos sobre el desarrollo del habla en los
bebés, los investigadores dijeron que sus hallazgos sugieren una nueva
forma potencial de diagnosticar el autismo a una edad más temprana de lo
actualmente posible, que es de unos 18 meses.
Los investigadores
anotaron que a los dos años, los niños autistas enfocan su atención en
la boca del interlocutor, mientras que los niños que se desarrollan
normalmente se enfocan en los ojos.
"Cuando estos hechos se
combinan con nuestros hallazgos, es probable que, al contrario que los
niños que se desarrollan con normalidad, los bebés que aún no están
diagnosticados pero que están en riesgo de autismo sigan enfocándose en
la boca del interlocutor del idioma natal a los 12 meses de edad y
después", comentó Lewkowicz.
"Si es así, esto proveería la
confirmación conductual más temprana de una discapacidad inminente en el
desarrollo, y daría a los médicos un inicio temprano en los
procedimientos de intervención que buscan reducir o prevenir los efectos
más devastadores del autismo y otros trastornos de la comunicación",
sugirió.
Artículo por HealthDay
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